“Si bien la tasa de progreso en la inteligencia artificial ha sido irregular e impredecible, ha habido avances significativos desde el inicio del ámbito hace sesenta años. En su momento fue un área de estudio principalmente académica, pero la IA del siglo XXI permite una constelación de tecnologías convencionales que están teniendo un impacto sustancial en la vida cotidiana. La visión por computadora y la planificación de la inteligencia artificial, por ejemplo, impulsan los videojuegos que ahora son una industria del entretenimiento mayor que Hollywood.
El aprendizaje profundo, una forma de aprendizaje automático basada en representaciones en capas de variables denominadas redes neuronales, ha hecho que la comprensión del habla sea aplicada en nuestros teléfonos y en nuestras cocinas, y sus algoritmos se pueden utilizar ampliamente en una variedad de aplicaciones que dependen del reconocimiento de patrones. El procesamiento del lenguaje natural (NLP) y la representación y el razonamiento del conocimiento han permitido a una máquina (Watson) vencer al campeón de Jeopardy y están aportando un nuevo poder a las búsquedas web.” (Extracto del Resumen ejecutivo estudio AI100 de Standford)
Si deseas conocer y profundizar en la evolución de la IA, Stanford dispone de un centro especializado que publica informes rigurosos cada 4 años sobre el estado y las proyecciones para el futuro, así como sobre el impacto en las personas y la sociedad. Estudio de cien años sobre inteligencia artificial (AI100)
En el ámbito educativo (a lo largo de la vida) , tanto la UNESCO como la OCDE están siendo proactivas para fomentar la IA al servicio del desarrollo y la igualdad de oportunidades en el mundo.
En la actualidad, cada país está tratando de desarrollar con mayor o menor profundidad un marco estratégico específico para estas tecnologías de alto impacto transversal.
La IA es ya una realidad cotidiana. ¡Pongámosla a nuestro servicio!